Las hay de series, de películas, de libros. Maratones que no podemos correr y otras que siempre podemos acabar. Entre todas estas hay una especialmente importante: La maratón de sangre.
Durante todo el 28 de marzo nos dedicamos a arremangarnos, a darlo todo y a donar, a donar mucha sangre. Y animamos a toda la región a hacerlo, porque salvo que peses menos de 40 kg cualquiera puede ayudar a salvar una vida. O más.
Junto a la cafetería De Sucre se habilitó un espacio dedicado enteramente a atender a todas aquellas personas que se acercaron a dar un poco de su sangre. A+ AB- 0+… todos los tipos de sangre eran bienvenidos, al fin y al cabo, lo importante es tener suficiente para quien la necesite.
Asegurémonos de que a nadie le falte ni una gota.